CINE
Con su cine itinerante, el maestro de CARAVIA proyectaba una sesión semanal en la que a las deficiencias de la cinta (rollos) se unían los cortes impuestos por la censura y la clasificación que la iglesia otorgaba a cada película, para adaptar la edad del público al contenido de la misma de acuerdo con el baremo siguiente:
1.- Todos los públicos, 2.- Jóvenes, 3.- Mayores, 3R.- Mayores con reparos, 4.- Extremadamente Peligrosas.
Esta clasificación propiciaba que con el fin de que pudiera adaptarse la película al mayor número de público posible, se cortasen las escenas que pudieran considerarse no aptas. No obstante siempre era motivo de intriga e interés el título de la película de la semana siguiente.
LLEGADA DE LA TELEVISIÓN
1.- Todos los públicos, 2.- Jóvenes, 3.- Mayores, 3R.- Mayores con reparos, 4.- Extremadamente Peligrosas.
Esta clasificación propiciaba que con el fin de que pudiera adaptarse la película al mayor número de público posible, se cortasen las escenas que pudieran considerarse no aptas. No obstante siempre era motivo de intriga e interés el título de la película de la semana siguiente.
LLEGADA DE LA TELEVISIÓN
Decía el estribillo de una canción de aquellos años: “LA TELEVISIÓN, PRONTO LLEGARÁ....”, y ese vaticinio se hizo realidad cuando al CENTRO PARROQUIAL se le dotó gracias a una donación, de un aparato de televisión en blanco y negro que permitió ver y en ocasiones adivinar, dada la debilidad con la que llegaba la señal (lógicamente), los programas que emitía la única cadena existente, por aquel entonces, y familiarizarse con los rostros de los presentadores mucho antes de que entrasen en funcionamiento los TELE-CLUB, que años después alcanzarían tanta importancia, y cuando en ciudades como OVIEDO sus habitantes se arremolinaban y formaban corro en las aceras frente a los escaparates de las TIENDAS DE ELECTRODOMÉSTICOS, para contemplar aquella novedad que no podían permitirse el lujo de llevarla a sus domicilios.
Con estos y algunos otros divertimentos, la juventud se sacudía el tedio y la monotonía que producían los largos inviernos a la espera de que con la llegada de la primavera y el verano, aún a costa de hurtar horas de sueño y al descanso, acudir a las romerías y verbenas que todos los pueblos celebraban con motivo de sus fiestas patronales, entre las que LA VELILLA, gozaba de justa y reconocida fama.
Con estos y algunos otros divertimentos, la juventud se sacudía el tedio y la monotonía que producían los largos inviernos a la espera de que con la llegada de la primavera y el verano, aún a costa de hurtar horas de sueño y al descanso, acudir a las romerías y verbenas que todos los pueblos celebraban con motivo de sus fiestas patronales, entre las que LA VELILLA, gozaba de justa y reconocida fama.
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1 comentario:
Qué tiempos aquellos.... en el CDTL se ha creado otro blog donde se habla de este tema de los tele-clubs entre otros acontecimientos... Su dirección es: http://laveteraniaesungrado.blogspot.com
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