El mago de la corriente
hombre ilustre en el pescar
desde Obaya hasta la mar
aunque parezca mentira
Falo tiene la honradía
de ser el más competente
La trucha que a la manguera
tiene la suerte de entrar
no le queda más presente
que servir, sencillamente,
para Falo de manjar.
De la Monxeca el maíz
cae con gracia sin igual
pero al llegar al Banzal
es de harina ya feliz
El prodigio lo debemos
a la corriente fatal
de los watios que el motor
sin tregua le hacen girar
y a la muela colosal
que con aire varonil
va al maíz a triturar.
Con la rueda de afilar
Falo afila la piqueta
y la rueda va que aprieta
cuando el río sigue al mar.
Después con toda paciencia
el molinero ejemplar
los angazos va a tostar
con toda su ilustre paciencia.
El vino es solo el licor
que liba este hombre genial
por que el agua le hace mal
y no da tanto calor
Pues cuando no sale el sol
y parece que va a helar
Falo saca al maquilar
un poquito para alcohol.
Y así piensa un molinero
que con garbo palpitante
está acumulando dinero
pa los nietos del Arrogante.
Dedico este humilde verso
a mi amigo Luis Covian
que apoyado en su bastón
es el mejor sacristán
de casa del Paisanón.
Las historias o cuentos que aquí se narran, son gracias a la imaginación, conocimientos y sabiduría, de José Manuel Pérez Pando.
EL ENIGMA DE LA BALSA
Salió Castro sonriente
rebosando de alegría
con prismático potente
a su hermosa galería
Vio una cosa que flotaba
en la mar allí defrente
una balsa que ostentaba
barandilla sorprendente
Pasó el hombre todo el día
dando vueltas al magín
y fue a enterar a Joaquín
del proyecto que tenía.
Salieron sin vacilar
por la mar como un cohete
e intentaron remolcar
aquel bello tenderete
Desde el prau de Rafael
la gente se enardecía
viendo en la mar un batel
que remando estremecía
remolcaban un coloso
de forma rectangular
al que intentaban sacar
con un empeño celoso
de repente y sin razón
salió furioso hasta el viento
Castro y Juaco sin aliento
remaban de corazón
El espanto de las gentes
fue tremendo al contemplar
que en vez de ellos remolcar
los arrastraba impotentes
Viéndose en tal situación
transmitieron un mensaje
pidiendo con gran coraje
un navío a reacción
El mensaje fue captado
en la estación del pastote
y un navio fue fletado
por cinco osados la trote
El crucero de Laureano
con calderas a presión
calentadas de antemano
marchaba como un tritón
Después de mucho sudar
vino la noche trotante
teniendo que abandonar
el artefacto flotante
Pero a la aurora siguiente
cuando Castro iba a corsiar
madrugando diligente
la pudo por fin hallar
Bajo el huerto de Avelina
se encontraba allí varado
pero alguien mandó recado
al ayudante de marina
Se presentó el celador
con un guardia y mosquetón
y escuchó la explicación
que le daba el hallador
Y ya como conclusión
la llevaron dos destructores
quedando los halladores
como el gallo de morón.
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