Llegó la hora de acabar con este blog, a decir verdad ha sido un trabajo que me ha llevado bastante tiempo, no por haber estado recopilando datos; por que yo solo he reflejado lo que había escrito en unos cuantos folios.
Todo esto surgió de una manera inesperada, por un curso de informática que empecé ha hacer, hasta que llegamos a como se hacía un blog y tuvimos que escoger un tema. La verdad es que no se me ocurría un tema, y de repente me acordé de esos folios.
Habrá gente que le haya gustado a otros a lo mejor no, pero no es una cosa que tenga mucha importancia, son unos recuerdos de unas personas que seguramente sentadas en LES QUINTANES estuvieron horas y horas hablando, recordando , riendose, y seguramente, cuando leyeron los folios que yo después plasmé en este blog, se emocionaron.
Son muchas las personas a las que tengo que dar las gracias. A José Francisco (mi padre), ha sido el verdadero artífice de todo esto, y todo el mérito es suyo, que contó con la estimable ayuda de su amigo de toda la vida Juan José y de un amigo común José Manuel Pérez Pando; que según ellos cuando se iniciaban en el aprendizaje de las letras y los números, allá por el año 1948, los protegía, amparaba y cuidaba. Y también a Juan Antonio Fonseca, que aunque la diferencia de edad con ellos es considerable participó como el que más.
Tengo que dar las gracias, por su buen hacer y sobre todo su paciencia, ya que me enseñó desde encender un ordenador hasta llegar a hacer un blog, a Tania (telecentro de colunga).
A las personas que lo habéis leído muchas gracias por animarme y dedicar un poco de vuestro tiempo a este blog, aunque a algunos no les haya gustado el título.
El título del blog, DESASTRE, es una palabra que mi madre, siempre riendose, me dice habitualmente. Así que también ella tenía que salir en este blog de una forma u otra.
Bueno, llegó la hora de despedirse diciendo que todos los pueblos tienen que tener todos los servicios y comodidades sean para los habitantes o veraneantes, como es el caso de La Isla, pero sin estropear el encanto, ni el entorno. No querramos hacer una ciudad cosmopolita del siglo XXI, en ellos.
Soy de pueblo y estoy orgulloso de ello.
Un saludo y hasta siempre
Josechu.
En el año 1950, yo tenía siete años. En Aquel tiempo, casi recién terminada la Guerra civil, que tanto marcó y dividió a los españoles, en La Isla, como en todos los pueblos de España, sus habitantes tenían diferentes ideologías, pero, por lo que yo recuerdo, la convivencia era en ese aspecto casi perfecta. No muy politizada a mi entender, y por lo menos en las conversaciones en que yo estaba presente, se hablaba de la guerra y sus aconteceres y situaciones (puede que cada uno diera una versión diferente) de los miedos y sufrimientos, pero nunca se personalizaba y a mi nunca mis padres me dijeron ni me prohibieron la compañía de ninguno de los niños que por entonces compartíamos juegos y amistad, y que luego, con el paso del tiempo, supe que sus padres pensaban en algún caso de manera diferente que los míos y que también entre ellos la convivencia era totalmente natural y en algunos casos de verdadera amistad.
Aunque común a todos los pueblos de España, un luctuoso acontecimiento se unió a las penurias que había dejado la Guerra Civil, LA TUBERCULOSIS, que se ensañó principalmente con la juventud y que se llevó lo más granado de los mozos y las mozas, hasta tal punto que muy pocas familias se libraron de tan terrible azote. Y quien sabe si tanta pérdida y dolor no sirvieron para limar discrepancias y que la vida cotidiana entre gentes de diferente pensar resultara aparentemente normal, y ayudara a ir olvidando pasados aconteceres.
Contaba La Isla, en aquellos años, con UN CURA, DOS MAESTROS(maestro y maestra que enseñaban a unos 25 niños y otras tantas niñas), CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL (con 5 ó 6 guardias) lo que, unidos al respeto y obediencia que se tenían hacia los mayores, muy pocas chiquilladas quedaban impunes y sin castigo.
Existían DOS TIENDAS MIXTAS Y DOS BARES, uno de ellas con bolera, que eran lugar de reunión y tertulia, por lo que cada uno de estos establecimientos tenía sus parroquianos habituales y es más, cada parroquiano ocupaba todos los el mismo sitio y que todo el mundo respetaba.
Pero la zona de ocio, esparcimiento y recreo, para niños y jóvenes, estaba en torno a la iglesia (el arenal y el “campin”), sobre todo al atardecer y coincidiendo con la celebración de los actos litúrgicos (todos los días cuando menos se rezaba el rosario, pero siempre había novenas, triduos, etc. y los domingos por la tarde Catecismo). Pero el acto litúrgico más importante, después de la NOVENA Y LA FIESTA DE LA VELILLA, era EL MES DE LAS FLORES (todo el mes de mayo). Ahí asistía toda la parroquia (viejos y jóvenes, hombres y mujeres, niños y niñas). La asistencia al rezo diario del rosario en la iglesia no te eximía de volver a rezarlo en familia, costumbre muy arraigada por entonces. El rezo se hacía coincidir con alguna labor, principalmente desgranar maíz o fabes los varones y coser, repasar o tejer las mujeres.
Tenía la parroquia de La Isla, fama entre los pueblos limítrofes de ser bastante religiosa, con mucha asistencia a misa, tanto a diario como los domingos. Yo creo que aparte del espíritu religioso de sus habitantes, que no hay duda que se inculcaba y enseñaba, no solo en la iglesia, también en la escuela, y en la familia, la reducida extensión de la parroquia, los buenos caminos que para aquellos tiempos tenía, podían propiciar y ayudar a que en la misa dominical y en el cumplimiento Pascual, ambos obligados, participaran todos los feligreses, porque el control y lo mal visto que estaba el no acudir a los actos litúrgicos era igual de mal visto en todos los pueblos.
Por la causa que fuere, la parroquia de La Isla gozaba de una merecida fama de religiosidad y así se lo oí comentar en alguna ocasión a su párroco.
Comparar aquellos tiempos de infancia y juventud con los de ahora, no es posible, primero por que ya no somos niños ni jóvenes. Yo deseo que los que hayan sido con posterioridad a mí conserven el mismo recuerdo de su pueblo, de sus gentes, de sus juegos y de los amigos con quienes los compartieron, y de manera especial de LA ISLA.
José Francisco (Enero 2003).
(El artículo RECUERDOS, fue entregado a Manolo Vigil, que lo público en su libro LA ISLA EN EL RECUERDO)
Las poesias que os he mostrado son obra de JOSE MANUEL PEREZ PANDO, al que aprovecho para mandarle un saludo y también animarle a que escriba todas aquellas historias, anécdotas y cosas curiosas que ocurrieron a lo largo de estos años tanto en La Isla como los alrededores, dada su prodigiosa memoria, su ingenio y su gracia. Seguramente no haría pasar un buen rato, como habreís comprobado con las anteriores poesías.
Acordaisvos, compañeros!
Ya hay más de 40 años
empezamos con redaños
a la escuela Pericón
e íbamos al catecismo
y el cura D. Constantino
nos daba algún pescozón.
Acordaisvos, compañeros
cuantos partidos jugamos
en el campín y en la cera
y cuantes bronques causamos
al probe José la Arena
aburriendolu hasta el tope
pidiéndonos pol balón
dai un besu nel bigote
Llegó por aquel entonces
un maestro excepcional
enseñando a los rapaces
la cultura general
Queremos rendir homenaje
a Ceferino Balbín
por el buen aprendizaje
que imaprtió nesti pueblín
Aunque el método empleau
de los palos y el garrote
fuera un pocu exageru
pa rapaces sin bigote
Acordaivos, compañeros!
De les tardes del Horrón,
les peres de la Suiza,
de la casa el Paisanón,
de la fuente del Ramal
donde el amor florecía
a la orilla el manantial
en la caída del día.
Cuantas noches caminando
volvíamos de las berbenas
todos en grupo cantando
a la luz de las estrellas
Y la fiesta más hermosa
desde Pernús a Sevilla
trepidante y bulliciosa
no había otra: LA VELILLLA
Con partidos de balón
orquesta bien renombrada
la barraca de Laurón
y borrachos en manada
Y en la caleya, Eduardín
El Gandul de Celso Huerres
que te llamará Coyín
y te sacará les perres
Por muy diversos motivos
nos fuimos despedigando
unos lejos otros cerca
y así el tiempo fue pasando
Pero aquí nel corazón
llevamos un campanín
recordando la ilusión
desti preciosu pueblín.
Un domingo de mayo algo brumoso
salimos de la Isla con afán
cuatro hombres que en tono presuroso
enfilamos la ruta al superman
Soplaba algo de viento del nordeste
pero aferrándonos firmes al timón
con viento de proa rumbo este
logramos vencer al aquilón
Al llegar a la altura de la Olla
que es lugar mejor para pescar
paramos a coger una centolla
para en Vega poderla merendar
Y al arribar a esta playa singular
tuvimos que luchar con la rompiente
para hacer la maniobra coveniente
a fin de poder desembarcar
Como premio a estos trabajos y sudores
pesábamos encontrar sobre la arena
alguna hermosa sílfide o sirena
que nos brindara sus mágicos amores
Pero vimos con desilusión
acercarse dos sombreros charolados
con sus tremendos dardos preparados
esgrimiendo naranjero y mosquetón
E imponiendo su gran autoridad
con un poquito, si cabe, de malicia
anularon toda nuestra voluntad
decretando a su modo la justicia
La orden que nos dieron fue tajante
y nos vimos forzados a zarpar
relevándose uno a cada instante
para que todos pudieran merendar
La gentes del lugar muy sonrientes
nos acogieron con agrado y simpatía
desde aquí les mandamos el presente
de un saludo nuestro, afecto y alegría
Regresamos después con viento en popa
y la vela de mesana a sotavento
dirigiendo la marcha con la escota
hasta que el aire se puso a barlovento
Como de todo se saca en este mundo
algo útil y bello que aprender
desde el hombre que yace moribundo
hasta el niño que acaba de nacer
Todos mientras haya humanidad
han de saber que deben obediencia
al que investido está de autoridad
y aguantarle sus cosas con paciencia
De esto se infiere que,
contra las olas del mar
luchan brazos varoniles;
contra los guardias civiles
es imposible luchar.
El mago de la corriente
hombre ilustre en el pescar
desde Obaya hasta la mar
aunque parezca mentira
Falo tiene la honradía
de ser el más competente
La trucha que a la manguera
tiene la suerte de entrar
no le queda más presente
que servir, sencillamente,
para Falo de manjar.
De la Monxeca el maíz
cae con gracia sin igual
pero al llegar al Banzal
es de harina ya feliz
El prodigio lo debemos
a la corriente fatal
de los watios que el motor
sin tregua le hacen girar
y a la muela colosal
que con aire varonil
va al maíz a triturar.
Con la rueda de afilar
Falo afila la piqueta
y la rueda va que aprieta
cuando el río sigue al mar.
Después con toda paciencia
el molinero ejemplar
los angazos va a tostar
con toda su ilustre paciencia.
El vino es solo el licor
que liba este hombre genial
por que el agua le hace mal
y no da tanto calor
Pues cuando no sale el sol
y parece que va a helar
Falo saca al maquilar
un poquito para alcohol.
Y así piensa un molinero
que con garbo palpitante
está acumulando dinero
pa los nietos del Arrogante.
Dedico este humilde verso
a mi amigo Luis Covian
que apoyado en su bastón
es el mejor sacristán
de casa del Paisanón.
Las historias o cuentos que aquí se narran, son gracias a la imaginación, conocimientos y sabiduría, de José Manuel Pérez Pando.
EL ENIGMA DE LA BALSA
Salió Castro sonriente
rebosando de alegría
con prismático potente
a su hermosa galería
Vio una cosa que flotaba
en la mar allí defrente
una balsa que ostentaba
barandilla sorprendente
Pasó el hombre todo el día
dando vueltas al magín
y fue a enterar a Joaquín
del proyecto que tenía.
Salieron sin vacilar
por la mar como un cohete
e intentaron remolcar
aquel bello tenderete
Desde el prau de Rafael
la gente se enardecía
viendo en la mar un batel
que remando estremecía
remolcaban un coloso
de forma rectangular
al que intentaban sacar
con un empeño celoso
de repente y sin razón
salió furioso hasta el viento
Castro y Juaco sin aliento
remaban de corazón
El espanto de las gentes
fue tremendo al contemplar
que en vez de ellos remolcar
los arrastraba impotentes
Viéndose en tal situación
transmitieron un mensaje
pidiendo con gran coraje
un navío a reacción
El mensaje fue captado
en la estación del pastote
y un navio fue fletado
por cinco osados la trote
El crucero de Laureano
con calderas a presión
calentadas de antemano
marchaba como un tritón
Después de mucho sudar
vino la noche trotante
teniendo que abandonar
el artefacto flotante
Pero a la aurora siguiente
cuando Castro iba a corsiar
madrugando diligente
la pudo por fin hallar
Bajo el huerto de Avelina
se encontraba allí varado
pero alguien mandó recado
al ayudante de marina
Se presentó el celador
con un guardia y mosquetón
y escuchó la explicación
que le daba el hallador
Y ya como conclusión
la llevaron dos destructores
quedando los halladores
como el gallo de morón.
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